CUENTOS aMORALES| Summertime (1955)

Dirigida por David Lean que tiene una cosa por películas épicas,  por un lado, y películas de amores momentáneos pero  que se recuerdan para toda la vida, por el otro,  todos atravesados todos por su fascinación por los trenes, casi un símbolo de la voluntad férrea del  ser humano de relacionarse a través del movimiento... o bien podría ser porque: ustedes saben tan bien como yo que los británicos y los trenes van tan juntos como las guerras y el colonialismo que los  acompaña en el trayecto de tendido de vías.

Como sea no le  voy a caer  con el  peso de la historia a  nadie... acá estamos para hablar acerca

de este  fabuloso film,  que si vi dos veces en  la misma semana porque simplemente es "un amor" ¿que serán que tienen  estas historias que desde Un hombre y Una  mujer hasta Antes del amanecer me cautivan tanto?... que todas son iguales pero diferentes:

Summertime la tiene a ELLA, una entrada en años Katherine Hepburn, como quien dice interpretando a una solterona  (no existe adjetivo mas horrible en toda la lengua castellana,porque cuando ellos están solteros y son viejos, no les  dicen solterones, les dicen "solteros empedernidos") que viaja a Venecia, luego de ahorrar mucho tiempo.

Lo amé.

Su histerismo, cuando en medio  de la plaza, ella se siente observada, la ejecución maestra en  la sucesión de planos entre que el nota sus sandalias primero y sus piernas después... es  para arrancarse las mechaaaas!...

Este film contrasta claramente con esta época en el que  solías ver los  films sobre  europa, grabados en un  Studio de USA, la actitud casi naturalista de Lean de mimetizar su punto de vista con  el de Hepburn, "la turista que graba todos los detalles  con su  cámara 8mm " es fabuloso... y  ni hablar de los choques culturales...

Rossano Brazzi  es hermoso... ¿quien no quisiera irse a la Italia  y encontrarse con un Rossano Brazzi de casualidad? es casi como  irse a  Viena y esperar encontrarse un Ethan Hawke en un tren, pero con menos pedantería y mas aspecto de  galán  latino  de novela... pero nada es tan románticamente idílico en este fillm que tiene sus cosillas de fondo  que  apestan bastante... como  las aguas de Venecia. (pero no las puedo contar... véanlo) tiene tantas "cosillas" que  asombra hayan pasado los sensores, pero de nuevo el cine imita a la realidad (no nos olvidemos de Katherine y Spencer... y todo se vuelve  todavía mas brillante).

Saben que mientras lo miraba, pensaba: si tendría  que elegir un film de Venecia para vivir (yrecordaba  lo similar de  este film a ciertos momentos de A room With a view) elegía este, y si tenía que elegir  un film de Venecia para morir, elegía el de Visconti... como la contracara de la misma moneda.  El turista que llega de una manera y se va de otra, la ciudad como personaje, como un marco vivo que soporta  todo y los vaivenes melodramáticos, dignos de ópera de ambos....

Saludos amantes  del  séptimo  arte!